Siento que mi trabajo es una gran parte de mi vida. Trato de que no sea así, pero como creativa, es difícil encontrar esa línea -muy delgada- que separa el trabajo de la vida personal. Por eso mi gran propósito y misión es encontrar un trabajo que no se sienta como trabajo. Muchísimas veces me he cuestionado si es posible. He escrito sobre tener un trabajo que amas vs uno que te sostiene. Y realmente no sé si algún día pueda convencerme a mí misma de que sí se puede amar completamente tu trabajo.
Este último mes he sido muy consciente de lo que estoy incorporando este año para crear un trabajo que no se sienta como trabajo. Hasta ahora voy bien. Creo que este es el año en el que estoy haciendo la mayor cantidad de cosas posibles para amar lo que hago y no resentir mi trabajo. Y por eso quiero contarte de algunos cambios que he hecho últimamente.
Este año lo inicié con un viaje muy especial: me fui a las islas Galápagos con mis papás y logré hacer una colaboración con un hotel espectacular a cambio de fotos y videos de mi experiencia. No es la primera vez que hago este tipo de colaboración (hice un ebook contando más de este tipo de trabajos), y cuando las he hecho, realmente no puedo creer que me estén pagando por eso, ya sea en efectivo o a cambio de noches de alojamiento, que también considero un tipo de pago muy valioso. Este tipo de trabajos mezclan muchas de mis pasiones. Porque si eres nuevo por aquí, sabes que soy un ser multi-pasional (así como casi todos los seres humanos:) y algunas de las cosas que más me gustan incluyen: viajar, la playa, tomar fotos, contar historias, comer rico, la naturaleza, los hoteles únicos. Este viaje fue una combinación de todo eso. Y eso recargó mi autoestima creativo hasta el cielo.
Venía saliendo de una relación de trabajo algo tóxica, en donde yo daba mucho, pero nunca era suficiente (algo que me suele pasar en mis trabajos manejando redes sociales). Sé que fue error mío por no poner límites. Llegué a la conclusión después de muchas horas de terapia, de que me cuesta poner límites con mis clientes porque yo misma no los respeto. Y no los respeto porque ni siquiera tengo claro cuáles son. Y es que los trabajos de redes sociales son para mi un área gris muy grande: no son mi zona de genio. En Enero lo dejé ir con gracia para abrir espacio a lo nuevo.
Así que el primer aprendizaje de hoy es dejar ir. Decir que no. Dejar ir “oportunidades” que no se alineen completamente con quien soy. Al ser multi-pasional, para mí es muy difícil decir que no a algo que sé hacer y podría hacer perfectamente. Poner límites. Pero mientras no lo haga, voy a seguir ocupando espacio y tiempo valioso que podría invertir en aquellos trabajos y proyectos que sí son para mi. Que me están buscando. No quiero sonar demasiado idealista ni romanticona pero sí creo que hay oportunidades que “te buscan”. Y que se alinean tanto a tus propios valores y creencias que realmente no se sienten como trabajo. Pero mientras pasemos tiempo ocupados con cosas que no son para nosotros, va a ser muy difícil que estas oportunidades “nos encuentren”. Este mes también me tocó dejar ir mi primer emprendimiento, mi marca de bikinis que en algún momento fue mi trabajo ideal, pero que por muchas razones dejó de serlo. Y no había cómo salvarlo. Pasé mucho tiempo preparándome para dejarlo ir, y realmente fue un duelo, pero ahora me siento con mucho más espacio para cosas nuevas en mi vida.
Work smarter, not harder. (Trabaja más inteligentemente y no más duro). He escuchado esta frase miles de veces, y quizás nunca me había detenido a analizarla bien. Crecí leyendo #girlboss, viendo Grey’s Anatomy y en una sociedad que premia el trabajar tooooodo el día y lo define como éxito. Por eso me ha costado tanto desapegarme a ese concepto de que si no trabajo muy duro entonces no soy exitosa. Y así viví por mucho tiempo. Sobretodo en el mundo de la publicidad, creo que el trabajar duro es muy glorificado. Poco a poco he ido cambiando mi perspectiva y mi condicionamiento. Después de muchas sesiones de terapia, journaling, tapping, aprender sobre finanzas, leer muchísimos libros de neurociencia y de negocios, y examinar algunos casos de estudio, me di cuenta que no tienes que trabajar más cantidad de tiempo para ser más exitoso, y mucho menos para ser más feliz. De hecho estoy pensando que es todo lo contrario. Que hay que encontrar la forma no de trabajar más sino de trabajar mejor. Por eso nunca he sido partidaria del trabajo por horas, y aunque sé que no es para todo el mundo, ser freelance ha sido la mejor opción para mi. Working smarter en mi mundo se puede ver como: subir mis precios, delegar, aceptar proyectos más grandes y retadores, construir una marca personal, vender productos digitales. Un montón de pequeñas cosas que me han ayudado a darle más valor a mi tiempo y a enfocarme en lo que realmente me gusta hacer.
El tiempo es el verdadero lujo. Este punto está muy relacionado con el anterior. La felicidad no está en el hustle ni en el apuro, ni en quién hace más cosas, sino en un sistema nervioso relajado, hacer las cosas con calma, tener tiempo. Literalmente por eso la gente trabaja. Intercambias tu tiempo por dinero. Y cuando entiendes que el dinero vuelve, pero el tiempo no, empiezas a vivir la vida de otra forma. Sin caer en ansiedades por estar “desperdiciando tiempo”, porque tampoco es sano irse hacia el otro extremo.
Lo que te llama y te gusta son señales que te van indicando el camino. Muchas veces me sentí perdida porque me gustan muchas cosas. (Léase: la crisis de las multi-pasiones). Tantas cosas me llaman que no sé qué camino elegir. Pero últimamente estoy pensando mucho que quizás no se trata de ir por ningún camino sino de ir creando el tuyo propio: decirle al mundo “esta soy yo, estas son mis pasiones y esto es lo que me gusta hacer". Muchas veces te equivocarás y no te gustará por donde vas. Pero siempre está la posibilidad de dar vuelta en U, e ir explorando otras cosas. Ser paciente con mis pasiones, ser constante, y dejar ir lo que ya no da para más son algunas claves para tener en cuenta.
Mientras tanto, he abierto espacio para muchísimos proyectos que me tienen entusiasmada. Estoy enfocándome en hacer lo que más me gusta: tomar fotos. Y sin dejar mis otras pasiones detrás. Este año se me abrieron varias oportunidades que involucran específicamente eso: fotos, viajes y cosas que me mantienen en mi zona de genio, y siento que desde aquí las posibilidades son infinitas.
Si no los has leído aún, te recomiendo estos libros:
The Big Leap: este libro es el que habla de la zona de genio que tanto menciono. Me cambió la vida leerlo y me hizo entender muchas cosas de mi relación con el trabajo.
10x is easier than 2x: este es otro libro mind-blowing. Lo estoy leyendo en este momento y te explica básicamente lo que es trabajar más inteligentemente y no más duro :)
Cómo mandar a la mierda de forma educada. Este libro me lo recomendó mi psicóloga para poner límites y LO AMÉ!
Wild Company: este libro lo leí hace algún tiempo y es la historia de los fundadores de Banana Republic *una marca de ropa super exitosa*. Es uno de mis libros favoritos porque aunque no soy fan de la marca me sentí tan identificada con todas las aventuras de ellos como emprendedores y la historia de cómo crearon una marca tan exitosa.
Esta cuenta de Instagram que muchas veces me recuerda lo realmente importante (y con memes de Winnie Pooh)
Con amor,
-Adri
"Decir que no. Dejar ir “oportunidades” que no se alineen completamente con quien soy. Al ser multi-pasional, para mí es muy difícil decir que no a algo que sé hacer y podría hacer perfectamente. Poner límites. Pero mientras no lo haga, voy a seguir ocupando espacio y tiempo valioso que podría invertir en aquellos trabajos y proyectos que sí son para mi"... Es hacía dónde estoy empujando. Qué bien por vos reina ✨❣️💜
Buenísimo Adri! Justo he estado contemplando esas mismas preguntas e intentando descubrir nuevas maneras. Gracias por compartir las tuyas!