Desde hace algunos días he tenido resistencia a sentarme a escribir. Quizás porque ando con las emociones muy revueltas, como todos los venezolanos que estamos por el mundo, y es difícil sentarse a procesarlas. Para mí, escribir es precisamente eso. Bajar a tierra, a papel, nuestras emociones para procesarlas mejor. Y cuando nos resistimos es precisamente cuando más necesitamos hacerlo. Así que hoy, después de muchos días de estar llorando intermitentemente, mucha información en redes sociales, y muchas horas invertidas viendo canales de noticias (algo que nunca hago), hoy decidí hacerme cargo y sentarme a escribir. No porque eso vaya a resolver algo. Ni siquiera me atrevo a decir que resuelve por completo los conflictos emocionales internos, pero si ayuda a alivianarlos, y a ver más claramente qué es lo que estamos sintiendo. Escribir es mi mejor terapia, así que hoy le escribí a Venezuela.
Salí de Venezuela hace más de 15 años, cuando tenía 16 (en este post puedes leer el recorrido por mis ciudades). Como bien explico ahí, para mi, Venezuela es el amor de mi vida, y que por razones de fuerza mayor, fuimos separados y nunca más pudimos estar juntos. A principios de este año decidí volver, aunque sea de visita, porque tengo más de 10 años sin ir. Después de un engorroso proceso para poder renovar mi pasaporte, que ha sido mi frustración más grande este año, aún no lo tengo y he tenido que posponer mi sueño de volver por varios meses más. No pude despedirme de mi abuelita, que nos dejó este año, y he llorado la vida entera maldiciendo al régimen por no permitirme volver a mi país.
Después de vivir casi 10 años en Argentina, y ahora 5 en Ecuador, aún me preguntan de dónde soy, porque “qué linda tonada tengo”. Aunque mi identidad haya flaqueado por mucho tiempo, mi acento está [casi] intacto. Mi fé también. Muchas personas me preguntan cómo es Venezuela, y aunque reconozco que mis respuestas muchas veces vienen desde el privilegio, en mi opinión, Venezuela es el país más lindo del mundo. Lo tiene todo: playas hermosas, ciudades, pueblitos mágicos, montañas, llanos, flores, colores, comida deliciosa y su gente, eso es lo más especial. Su gente te hace sentir como en casa, no importa dónde estés. Así lo he comprobado hasta en Australia.
Sueño con un futuro en el que TODAS las personas del mundo puedan conocer cómo realmente es Venezuela, y no solo la conozcan por lo que ven en las noticias. Por ahora, como aún no lo puedo hacer yo, te recomiendo seguir a creadores como Isaías Landaeta, Reinaldo Díaz, Arianuchis, Valentina Quintero, que realmente hacen un trabajo maravilloso en mostrar lo más lindo de nuestro país.
Te dejo esto que escribí hoy. Te abrazo si eres venezolano y estás lejos de tu familia.
Y si no lo eres, gracias por tomarte el tiempo de leerme en uno de mis posts más personales.
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Yo conozco un lugar
donde el sol parece brillar más
y el clima es tan perfecto
que hace que nunca te quieras ir.
Una tierra de gracia
donde los verdes abundan,
la música suena
y los colores sobran.
Un lugar donde la verdadera riqueza
no está en el subsuelo,
como muchos piensan,
sino en el brillo de los ojos
de cada persona
que habla con amor de su país.
El tesoro está en la historia
de la resiliencia de su gente.
Está en el abrazo
que otros te dan aún sin conocerte.
En las ganas de seguir luchando
aunque todo alrededor
parezca ir peor.
El tesoro está en el reencuentro
con todas las personas
que nunca más volvimos a ver.
Yo sueño con volver
a ese lugar que me vio crecer,
y me permito imaginarlo,
sin miedo a la decepción,
porque acaso, ¿no es verdad
que todas las buenas historias
empiezan con un poquito de ilusión?
Y aunque el miedo me atormente,
y la impotencia,
y la frustración
de no poder estar allá,
seguiré pensando todos los días
en ese pedacito de cielo que dejé atrás.
Muchas veces he llegado a pensar
que quizás mi lugar en el mundo está allá
y por eso no puedo llamar hogar
a ningún otro lugar.
Así que hoy me permito soñar
que tus mejores días volverán
y tendremos nuestro esperado final,
que en realidad no es más
que solo el principio. ♥️
-Para todos los que sueñan con volver.
Con amor,
Adri
Te abrazo fuerte y lamento profundo esta situación. Tengo grandes amigos venezolanos y los abrazo por no poder estar en paz en su tierra 💕
Entiendo perfectamente tus sentimientos porque son los mismos de los millones que abandonamos el país. Ese pedacito de tierra q te vio nacer y que se llama patria es difícil no quererlo y no sufrirlo. En estos días, precisamente de mucha angustia e impotencia… y de bronca!! escribir es una magnífica opción y un buen bálsamo reparador. Ten fe !! pronto te reencontrarás con tu terruño . 🇻🇪😘