Hoy he tenido un día difícil. No por nada que me haya pasado especialmente, sino por mi estado de ánimo durante toda esta semana. La ansiedad es cíclica, viene y va, y hay semanas y días peores que otros. Esta semana ha sido particularmente dura para mi salud mental, y por eso hoy decidí hacer algo distinto. La semana pasada vi que una de mis autoras favoritas, Elizabeth Gilbert, se unió a Substack con una publicación llamada ‘Letters from Love’ en donde se escribe cartas a sí misma desde el amor, compasivamente, e invita a otras personas a hacer lo mismo.
Hoy agarré mi cuaderno, y sin saber muy bien qué escribir, empecé con un ‘Querida Adri’ y lo demás fue fluyendo. Lloré los primeros 10 minutos mientras lo escribía, pero a medida que iba escribiendo me sentí mejor. Me sentí comprendida. A veces no nos damos la tarea de comprendernos y aceptarnos a nosotros mismos, y qué importante es para poder aliviar. Como dice Marian Rojas Estapé, comprender es aliviar. Así que si también estás teniendo un mal día, o cuando lo tengas, recuerda ser compasivo contigo. Escríbete una carta desde el amor. Cambia la narrativa. No te juzgues por sentirte mal. Haz un esfuerzo por comprenderte. Te prometo que te podrías sorprender de las cosas hermosas que salen del otro lado.
I believe there is an ocean of warm, affectionate, and outrageously unconditional love available to us all — and that it is conveniently accessible from within. I don’t believe anyone is excluded from this ocean of love; it is only a question of learning how to hear it, how to feel it, how to trust it.
-Elizabeth Gilbert
Te comparto mi carta por si te inspira a escribir la tuya y si sientes que la necesitas, tómala para ti.
Querida:
Sé que hoy no te has sentido nada bien.
Sé que venías muy contenta porque tenías varios días sin llorar, y de repente esta semana has tenido una seguidilla de días tristes, quizás sin razón alguna, y quizás por muchas razones que se esconden debajo de la superficie.
Sé que cada vez que piensas en extrañar se te arruga el corazón y se te llenan los ojos de lágrimas.
Sé que ahora mismo tienes un nudo en la garganta y que te estás secando las lágrimas que corren por tus mejillas.
Sé que llevas todo el día así.
Sé que estás preocupada por varias situaciones en tu vida y que no ves salida.
Sé que te sientes sola. Sé que hay días que son más difíciles que otros y que a veces lo único que necesitas es un abrazo de tus seres queridos que están a miles de kilómetros de distancia.
Sé que te parece injusto que tengas que vivir tan lejos de ellos.
Sé que lo único que quieres hacer ahora es subirte un avión e irte. Y que te sientes impotente porque no puedes.
Sé que no puedes dejar de pensar en eso.
Sé que tus sentimientos solo empeoran cuando entras a alguna red social y empiezas a comparar tu vida con la de otras personas.
Te pido que dejes de hacer eso. Te estás torturando a ti misma. Tú sabes cuánto daño te hace y lo sigues haciendo. No seas necia.
Tú sabes que tienes permitido llorar, pero solo por un ratito. No puedes quedarte ahí tantos días.
Sé que sientes que cuando te abren la llave no hay cómo cerrarla, pero tú sabes que tienes tus herramientas para combatirlo.
Tú sabes que esto es una ola, que a veces te quiere revolcar, pero querida, tú sabes nadar. Incluso me atrevería a decir que sabes surfear.
Agarra tu tabla y húndete. Pásale a la ola por debajo (o por arriba).
Sabes que vas a salir del otro lado para tomar aire y respirar profundo.
Te pido que no te desesperes, que tengas paciencia contigo misma. Que dejes de juzgarte tan duro y hacerte gaslighting a tí misma.
No estás loca.
No eres rara.
Simplemente eres muy sensible y ya.
Pero, ¿cuántas veces te lo tengo que decir?
En tu sensibilidad está tu magia.
No eres menos por llorar.
No eres más débil por extrañar.
Eres humana.
Deja de atacarte. Deja de estresarte por cosas que no han pasado. El hoy es tu regalo, es tu presente. Y aunque no te encante tu hoy, es lo único que tienes ahora. Disfrútalo.
Por último, quiero recordarte, que aunque a veces te veas al espejo y no te guste lo que ves, para mi eres la persona más hermosa del mundo, no solo por tu apariencia, también por tu corazón y tu alma noble, que siempre espera lo mejor de los demás.
Tu voz importa, y lo que tienes que decir también.
Por favor, nunca sientas que callada estás mejor.
Naciste para ser escuchada.
Naciste para ser leída.
Eres especial.
Eres un tesoro.
Con amor,
Adri
Gracias por compartir Adriana. No siempre resulta fácil abrirse. Te acompaño en estos días grises (al menos donde yo estoy).
Me quedo con esta cita que compartes de Marian Roja: "comprender es aliviar". Por mucho que queramos vivir desde el amor incondicional, la mente necesita entender qué está pasando. Qué hermoso regalarnos ese tiempo para "entender" a través de la escritura...
Que hermosa manera de aceptarte y entenderte. Gracias por compartirlo. te quiero y abrazo desde lejos.