¿Cuántas veces no me vi intimidada cada vez que una red social me pide que escriba una breve biografía? Cada vez que me preguntan quién soy, qué hago, a qué me dedico, y sobre todo… de donde soy, me despierta una leve frustración. Mi cantante favorito, Jorge Drexler, dice en su canción, Movimiento, que es “de ningún lado del todo y de todos lados un poco”. Siempre me gusta pensar que soy esa persona. Llámalo crisis de identidad o como gustes, para mí es algo tan natural como las personas que han vivido toda su vida en el mismo lugar. Eso para responder de donde soy. Porque no siento que pertenezco realmente a ningún lado, sin embargo tengo la libertad para pertenecer a donde quiera estar en ese momento. Y esa libertad es algo que no cambiaría por nada.
Ahora, cuando me preguntan a qué me dedico, ¿Por qué una persona tiene que dedicarse exclusivamente a una cosa? ¿Qué pasa si me quiero dedicar a un montón de cosas? ¿Qué pasaría si digo que me dedico simplemente a vivir? No me parece justo etiquetarme cuando la realidad es que soy mucho más que simplemente lo que hago. Si, soy una persona que estudió una carrera universitaria, que trabaja por aquí y por allá haciendo de todo un poco. Son cosas que decido incluir en mi día a día, pero no necesariamente me definen. Porque entonces también me tendrían que definir las cosas que hago sin remuneración económica, porque en realidad esas son las que más disfruto. Salir a caminar, comer, cocinar, escuchar música, pintar, conversar. Todo eso lo hago también. Las personas tenemos matices. Tratar de encasillarnos en una sola respuesta es limitarnos. Prefiero vivir una vida donde no sepa responder esas preguntas, pero teniendo la libertad de hacer de todo un poco.
He tenido muchas pequeñas -y grandes- crisis tratando de definir mi trabajo, mi nicho, o de dedicarme solamente a una cosa. Pero no puedo. Porque tengo todo un universo dentro de mi. Tengo muchísimos proyectos, quizás no relacionados entre sí, pero cada uno de ellos resalta algo que me gusta. No puedo elegir entre ser fotógrafa, escribir, hacer videos, viajar, tener una marca de bikinis, todo eso junto me hace quien soy. Todo es parte de mi ecosistema. Y muchas otras veces he escuchado que “el que mucho abarca, poco aprieta”, pero, ¿qué pasa si quiero abarcar mucho? Porque todos mis proyectos son un pedacito de mi. Negar uno es negarme a mí misma, y no tengo corazón para hacer eso. Y este año me he dedicado a tratar de que todas mis facetas coexistan. Dándole lugar, tiempo y espacio a cada una por igual, sin que se solapen entre sí. ¿Podré lograrlo? Una pregunta que me emociona y me reta contestar.
Así que ya no me frustro por encontrar esa palabra que me defina, porque sería como tratar de definir un atardecer: todos los días cambia, y se me ocurren miles de palabras para describirlo en sus múltiples facetas. Me dedicaré a vivir mi vida sin definición, sin limitación, y sobretodo explorando los miles de colores que componen mi universo.
Es simplemente maravilloso 🍃💜 Identificada y feliz de leerte y de encontrar en tu texto las palabras justas para describir ese mar de emociones que vive dentro de mi 💫
Eres quien eres 🥰